Marcia Haydée en cinco pas de deux

Marcia Haydée en Giselle
Estudió en la Royal Ballet School y posteriormente ingresó a la compañÃa del Marqués de Cuevas. En 1961, John Cranko la llevó al Ballet de Stuttgart como Primera Bailarina, transformándola en su musa. Maurice Béjart y John Neumeier, entre otros coreógrafos, se inspiraron en ella para crear algunas de sus obras maestras más conocidas.
Marcia Haydée, actual directora artÃstica del Ballet de Santiago, dice haber nacido para bailar y, en sus palabras “con cada uno de esos hombres me convertà en lo que soy hoy en dÃa. Les agradezco a todos los coreógrafos, con todo mi corazón”. Revisa a continuación algunas fotografÃas y videos de Marcia Haydée interpretando ballets de Cranko, Béjart y Neumeier, junto con algunas impresiones de Marcia respecto de los mismos:
John Cranko y la libertad

Marcia Haydée en Romeo y Julieta
“Para mÃ, el coreógrafo más importante de todos fue John Cranko (1927 – 1973). Cuando hice la audición para entrar al Ballet de Stuttgart, lo hice como cuerpo de baile, pero él enseguida me tomó como su primera bailarina. Fue él quien me formó, quien me dio la oportunidad –durante los trece años que trabajé con él antes de que falleciera– de hacer todos esos grandes tÃtulos que él creó para mÃ.
“Lo más impresionante que él tenÃa era que me daba una libertad total. Yo tenÃa una capacidad de saber y entender lo que él querÃa y con él podÃa ser exactamente como yo era. En cada nuevo ballet que me hacÃa, me empujaba para otro camino y me decÃa que yo tenÃa que poder bailar de todo. Cada ballet que hizo era muy diferente del otro, porque ésa era la capacidad que él querÃa que yo tuviera. Cranko y yo éramos como una persona: yo entendÃa lo que él querÃa y conseguÃa hacer con la libertad total lo que él querÃa de mÃ.
“Fue Romeo y Julieta el ballet que me empujó para convertirme en un nombre conocido en el mundo de la danza. Él también me hizo la coreografÃa de La fierecilla domada, un tÃtulo que se volvió conocido en el mundo entero. Tuvimos un suceso tremendo en Nueva York, porque era justamente el año en que salió la pelÃcula La fierecilla domada con Elizabeth Taylor y Richard Burton. Fue una emoción muy grande cuando hicimos el ballet en Estados Unidos y ellos dos estaban viendo el espectáculo.
“Después de que falleció Cranko, dos coreógrafos que me salvaron la vida, que empezaron a hacer cosas para mÃ, fueron Maurice Béjart y John Neumeier”.
Maurice Béjart y una nueva forma de bailar
“Maurice Béjart (1927 – 2007) era un hombre que siempre me fascinó y nunca creà que iba a trabajar con él, que fuera el tipo de bailarina para él. Pero cuando Cranko falleció, el primer telegrama que recibà fue de Béjart, en el que decÃa, ‘Marcia, estoy acá para lo que tú quieras, siempre te ayudaré’. Con él tuve que aprender otra manera de bailar, porque era una persona que le gustaban los movimientos muy claros, cortados, simples. Trabajando con él, tuve otra manera de bailar, que me ayudó en todas las otras cosas que hice.
“Las sillas (Les Chaises) fue algo extraordinario, basado en la obra de teatro de Eugène Ionesco. Fue impresionante el trabajo entre esos dos grandes artistas, donde Béjart hacÃa la coreografÃa y Neumeier bailaba conmigo. Fue algo que marcó mucho mi vida como bailarina. Béjart me hizo hacer de todo; cuando aprendà Bolero con él, fueron momentos que nunca voy a olvidar”.
John Neumeier y los detalles
“John Neumeier (1939) era otro coreógrafo que tenÃa una capacidad increÃble de relatar historias, como Cranko. Neumeier es una persona muy detallista; en todas las coreografÃas que hace, los detalles son muy importantes. Conmigo siempre fue muy exigente, porque querÃa que las cosas que hizo para mà de la forma más perfecta posible, como en La dama de las camelias. Ese trabajo fue muy impresionante porque me hizo hacer todo no una o dos veces, diez veces.
“La dama de las camelias es considerado uno de los grandes ballets, que siempre tuvo un suceso tremendo incluso hasta hoy. Cuando se hace en cualquier parte del mundo, está escrito en la primera página, en palabras de John: ‘Con amor, para Marcia'”.

Marcia Haydée en La dama de las camelias