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La Orquesta Filarmónica de Santiago a través de los años

La Orquesta Filarmónica de Santiago lleva más de seis décadas encantando a través de su música, un cuerpo artístico fundamental del Teatro Municipal de Santiago. Su relevante camino, de la mano de grandes figuras de la música y talentos nacionales e internacionales, ha dejado una huella imborrable en su historia.

Hacemos un recorrido por su historia, recordando algunos de los hitos más importantes que la han llevado a ser la Orquesta que hoy conocemos.

Fue fundada por Juan Matteucci, con el apoyo de Erwin Heyl, representante de la organización de Conciertos Gerard en Chile, y de José Vásquez, administrador del Teatro Municipal, entre otros. La Orquesta Filarmónica dio su primer concierto el 3 de julio 1955.

“Como consecuencia del enorme crecimiento de la ciudad de Santiago y asimismo del gran desarrollo musical de los últimos años (…) era un anhelo de muchos poder contar con otra orquesta (…)”, consigna el programa de sala de ese primer concierto.

En ese primer concierto, la Filarmónica interpretó el Concierto Brandenburgués n.° 5 de Bach; las Variaciones sobre un tema rococó de Tchaikovsky –junto al cellista Eduard Sienwicz–, El Idilio de Sigfrido de Wagner y la Sinfonía n.°1 de Beethoven.

En esa primera ocasión, la Orquesta fue dirigida por el alemán Leopold Ludwig, quien era director titular de la Ópera del Estado de Hamburgo.

El violinista chileno Pedro D’Anduraín fue uno de los fundadores de la orquesta. Bajo la titularidad de Juan Matteucci, los otros músicos que formaron parte de la Filarmónica en sus inicios fueron: David Serenderos (primer segundo violín), Héctor Álvarez, Enrique Artigas, Manuel Bravo, Bela Csalogany, Osvaldo Espinoza, Elías Friedenson, Enzo Fighetti, Sofía González, Lieselotte Hahn, Erwin Heyl, MedardKunert, Eduardo Olmedo, Francisco Quezada, Manuel Quinteros, Joaquín Sánchez, Carlos Schröder, Emilio Steuermann, Ilia Stock, Joaquín Taulis, Humberto Trollund (violines), Raúl Martínez, Manuel Díaz, Jorge Dreyer, Virginia Fonck, Aristodemo Lanza, Mario Valenzuela (violas), EduardSienkewicz, George Farkas, Rodolfo Fernández, Roberto González, Manuel Pérez, Eduardo Salgado (cellos), Ramón Bignon, Emanuel Vital  (contrabajos), Heriberto Bustamante, Alberto Almarza (flautas), Enrique Peña, Esteban Cepeda (oboes), Alberto Merenzon, Armando Aguilar (fagotes), Luis Herrera, Julio Bravo, Sebastián Acuña (clarinetes), CecilianoDelzo, Carlos Buller (trompetas), Jorge Maltrain, Carlos Tagle, Hernán Salinas (cornos),Uldaricio Oñate (timbales).

Diploma otorgado en 1958 a Don Sebastián Acuña, en virtud de sus merecimientos al formar parte y ser miembro fundador de la Orquesta Filarmónica de Santiago.

La Orquesta ha acompañado al Ballet de Santiago desde sus inicios, cuando se presentó por primera vez en 1959 y era conocido como Ballet de Arte Moderno.

La Filarmónica ha sido fundamental en el desarrollo de la danza clásica en nuestro país. En 1963, por ejemplo, se presentó un programa que incluyó fragmentos de El lago de los cisnes Don Quijote y el estreno de Amor Brujo.

En 1960, la Filarmónica se transformó en la primera orquesta chilena en viajar al exterior. Bajo la dirección de Juan Matteucci se presentó en Argentina, Uruguay y Brasil.

El músico chileno Juan Matteucci, además de fundador, fue su director titular entre 1955 y 1964. Como figura clave en la consolidación artística y profesional de la Filarmónica, hacia el final de su gestión la crítica destacaba su trabajo con la agrupación: “Matteucci dio al acompañamiento, la transparencia y el adecuado grado de expresión”, señala la Revista Musical Chilena acerca de los conciertos de la temporada de 1963. “Juan Matteucci puso de relieve los grandes progresos alcanzados por el conjunto bajo su dirección, ofreciendo una buena versión de esta difícil partitura”, continúa. En la foto, dirige a la Orquesta Filarmónica de Santiago en 1979.

Matteucci mantuvo la titularidad hasta 1964, cuando fue nombrado director titular de la Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda. Regresó en varias ocasiones a dirigir la agrupación nacional. En la foto: Juan Matteucci en el ensayo de su último concierto junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago en 1987.

Con inestabilidad en la dirección tras su salida, la Orquesta Filarmónica de Santiago queda acéfala, ante lo cual el violinista español Enrique Iniesta asume como Director Titular.

El catalán Agustín Cullell asumió la dirección titular de la Orquesta entre 1965 y 1967. “Si bien consciente del riesgo, no obstante acepté el reto y aquel crítico período fue superado felizmente. Se recuperó el optimismo perdido y se reanudaron con éxito las actividades normales de la Orquesta”, escribió Cullell en la Revista Musical Chilena para los 50 años de la Orquesta Filarmónica.

Luego, en 1968 asume la dirección de la Orquesta Filarmónica el alemán Heinz Hofmann.

El músico argentino Juan Carlos Zorzi fue director titular de la Orquesta Filarmónica desde 1971 hasta 1973.

Fernando Rosas, creador de la Orquesta de Cámara y la Escuela de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile, fundador de la Fundación Beethoven y la Orquestas Sinfónica Nacional Juvenil y Premio Nacional de Música en 2006, también fue director titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago entre los años 1974 y 1975.

En años de cambios políticos en el país, la Orquesta Filarmónica de Santiago siente las consecuencias. Con la partida de Fernando Rosas, asume el desafío de la dirección Joaquín Taulis.

En 1976, la Filarmónica viajó a Arequipa, Perú, ocasión en la que recibió un Diploma de honor de la ciudad. La orquesta en aquél entonces era dirigida por Patricio Bravo.

El pianista y director de orquesta argentino, Enrique Ricci, asume la dirección de la Orquesta Filarmónica de Santiago durante 1978.

La crítica ha sido clave en el registro de la historia del Teatro Municipal de Santiago y la Orquesta Filarmónica. En ésta, el diario La Hora destaca el concierto dado junto al pianista Roberto Bravo, bajo la dirección de Peter Richter, quien fue titular de la agrupación entre 1979 y 1980.

Peter Richter, Director de la Orquesta Filarmónica de Santiago entre 1979 y 1980.

El 3 de julio de 1980 los medios nacionales informaron acerca del aniversario número 25 de la Orquesta Filarmónica de Santiago. Según relata el diario La Hora, las celebraciones se llevaron a cabo en la Sala La Capilla con una condecoración a los músicos más antiguos y una exposición de fotos y, luego, con un concierto en la Sala Principal.

Juan Pablo Izquierdo fue director titular de la Orquesta Filarmónica del Municipal entre 1981 y 1986. Él lideró una importante ampliación del repertorio de la agrupación incursionando, por ejemplo, en la música contemporánea y en la obra sinfónica de Mahler. Su gestión transformó a la Filarmónica en una de las orquestas más importantes de Latinoamérica.

En 1984, tras 17 años de ausencia, el destacado pianista chileno Claudio Arrau regresó a Chile. Uno de los conciertos que dio en el Teatro Municipal de Santiago, bajo la dirección de Juan Pablo Izquierdo. En la ocasión, interpretó el Concierto n.° 5, “El Emperador” de Beethoven y el Concierto n.° 1 para piano y orquesta de Brahms.

También otros músicos de importante carrera internacional han participado junto a la Filarmónica en espectáculos: los chilenos Pedro D’Andurain (violinista),  Eduardo Sienkiewicz (cellista) y Edith Fischer (pianista), entre otros, y figuras extranjeras como la pianista Martha Argerich, Narciso Yepes, el cellista Mstislav Rostropovitch, el pianista Jean-Philippe Collar y el violinista ChoLiang-Lin entre otros.

En la Orquesta Filarmónica también ha habido espacio para el humor. Esta caricatura hecha por el ex percusionista Víctor Alonso Camus representa a la fila de fagotes de la agrupación. El dibujo data de la década de los ochenta.

La Orquesta Filarmónica ha sido protagonista de innumerables estrenos nacionales y mundiales durante su historia. En ballet, por ejemplo, algunos hitos importantes han sido el estreno en Chile de El lago de los cisnes (1981), estreno mundial de La dama de las Camelias(1988, en la foto) y el debut latinoamericano de Mayerling (2013).

Roberto Abbado también fue una figura importantísima en el crecimiento artístico de la Filarmónica. El italiano ejerció la titularidad entre 1987 y 1990 y, en sus palabras, “el encuentro con los músicos y hacer música con ellos fue una hermosa oportunidad para crecer y afrontar un importante repertorio: dos obras, Carmen y Falstaff, y mucha música sinfónica: Beethoven, Mendelssohn, Brahms, Dvořák, Mahler, Strauss, Debussy, Scriabin, Prokofiev, Stravinsky, Webern, los chilenos Acario Cotapos, Roberto Falabella y los estrenos mundiales comisionados por Alejandro Guarello y Cirilo Vila”.

La relación de Maximiano Valdés con el Municipal de Santiago, comenzó a sus tempranos 12 años como pianista, cuando se presentó en nuestro escenario en 1966 junto a la misma orquesta. Entre 1990 y 1991 asume como Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago.

Debutó en el Municipal en 1977 con Don Carlo, regresó varias veces durante los ochenta y entre 1992 y 1998 el argentino Michelangelo Veltri fue director titular de la Orquesta Filarmónica. Algunos de los hitos de su gestión fueron el recital del tenor Alfredo Kraus y el estreno en Chile de La dama de picas.

La primera vez que Gabor Ötvös digirió a la Orquesta Filarmónica de Santiago fue en 1984, invitado por Andrés Rodríguez a dirigir Elektra de Strauss. “De inmediato le contesté que estaba loco. ¡Es uno de los títulos más difíciles! Pero terminó convenciéndome”, relató el director de orquesta húngaro a un medio nacional en 2013. Desde entonces, nunca ha cortado el vínculo con el conjunto capitalino y entre 1998 y 2002 fue su director titular.

La Orquesta Filarmónica ha sido factor fundamental en la mantención de temporadas estables de ópera. Ötvos lideró uno de los hitos más importantes en la historia de la ópera en Chile: la interpretación, por primera vez en el país, de la Tetralogía El anillo del Nibelungo de Wagner: El oro del Rhin (1994), La valquiria (1995), Sigfrido (1996, en la foto) y El ocaso de los dioses (1997).

Nuevamente Maximiano Valdés asume como Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago entre los años 2002 y 2006. Bajo su dirección se realiza uno de los hitos que han marcado a la agrupación, el Festival de ópera en Savonlinna, Finlandia.

Ensayo de la Orquesta Filarmónica de Santiago en Savonlinna, Finlandia.

Entre truenos y lluvia, más de 2.400 personas llegaron al Castillo de Olavinlinna para el concierto inaugural, ocasión en la que la Filarmónica y el Coro –bajo la dirección de Maximiano Valdés– interpretaron obras de Revueltas, Guarnieri, Soro y Ginastera, además de Carmina Burana de Orff.“Una ovación de pie de casi 15 minutos, reforzada con pataletas y gritos, recibió ayer el debut del Teatro Municipal de Santiago en el Festival de Ópera de Savonlinna”, consignó El Mercurio en aquel entonces.

Ensayo de la Orquesta Filarmónica de Santiago en Savonlinna, Finlandia.

En Savonlinna, la Orquesta Filarmónica y el Coro del Teatro Municipal interpretaron también las óperas Los Capuletos y los Montescos de Bellini –bajo Maurizio Benini–y de Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, de Sergio Ortega y Pablo Neruda –bajo la batuta de Maximiano Valdés. Durante el festival algunos músicos de la Orquesta ofrecieron conciertos de cámara y algunos cantantes, repertorio folclórico.

Precedido de exitosas presentaciones en La vuelta de tuerca y Don Giovanni y tras haber colaborado activamente en la renovación de la Filarmónica en 2006, el británico Jan Latham-Koenig se convirtió en el director titular de la agrupación hasta 2009. Con él se siguió ampliando el repertorio de la orquesta, con celebrados títulos como Jenufa, Peter Grimes y El castillo de Barba Azul, además de otros de gran complejidad como Tristán e Isolda.

Junto a la Orquesta Filarmónica, el Teatro Municipal ha podido expandir el alcance de la música y las artes escénicas más allá de su programación en el Teatro. Ha participado en numerosos espectáculos gratuitos y masivos, por ejemplo, el espectacular concierto que celebró los 150 años del Municipal, que congregó a más de 20.000 personas en la Plaza de Armas en 2007.

El israelí Rani Calderón, asumió como director titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago desde  el año 2010 hasta 2012.

José Luis Domínguez fue director residente de la Orquesta Filarmónica de Santiago. Además de abordar un amplio repertorio sinfónico, lírico y de ballet, el músico chileno estableció importantes lazos entre el Teatro Municipal, la Orquesta Filarmónica y la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ). En la foto, el Concierto Ciudadano realizado en enero de 2014, donde la Filarmónica y la OSNJ tocaron juntas.

Desde sus orígenes, la agrupación capitalina ha dado numerosas funciones gratuitas de difusión que han llevado la música a regiones. En este ámbito, uno de los hitos más importantes fue la histórica gira Un canto a la minería de 2012, en que la Orquesta Filarmónica, el Coro del Teatro Municipal y cuatro solistas nacionales, bajo la dirección de Domínguez, presentaron Carmina Burana de Orff en Chuquicamata, Antofagasta, Iquique y Rancagua.

En 2011 Konstantin Chudovsky sorprendió tras dirigir magistralmente la compleja ópera Boris Godunov de Mussorgsky de memoria, sin podio ni batuta. El público lo ovacionó y la crítica se rindió a sus pies –otorgándole el Premio del Círculo de Críticos de ese año– y el 2013 asumió como director titular. Entre otras cosas, junto a él, la Orquesta Filarmónica retomó el reportorio ruso, con obras de Shostakovich, Rimsky-Korsakov, Khachaturian, Rachmaninoff, Borodin y Tchaikovsky.

Las temporadas de conciertos también han sido fundamentales para la difusión de la música clásica nacional. Además de programar frecuentemente obras de compositores nacionales, la Filarmónica ha estrenado mundialmente algunas piezas, como Alto en el desierto (2013) de Juan Manuel Quinteros.

Apetecida por artistas de todo el mundo por el amplio repertorio que interpreta en cada temporada –títulos diversos de ópera, ballet y conciertos–la Filarmónica está conformada por 80 músicos, quienes son probablemente los instrumentistas más virtuosos de la escena nacional y son seleccionados a través de audiciones y concursos realizados tanto en Chile como en el extranjero.

Actualmente es Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago. Experto en repertorio italiano y francés, Roberto Rizzi Brignoli comenzó su carrera como asistente de Ricccardo Muti, y alcanzó fama internacional con la dirección de Lucrecia Borgia en La Scala de Milán en la temporada 1997-1998. Desde entonces se ha presentado en las más renombradas casas de ópera, como el Metropolitan de Nueva York, La Fenice de Venecia, el Bolshoi de Moscú, la Royal Opera House de Londres y el Teatro Real de Madrid, además de importantes festivales.

Pedro-Pablo Prudencio es Director Residente de la Orquesta Filarmónica de Santiago desde 2016. Estudió dirección de orquesta y coros en la Escuela Superior de Música de Hannover y fue asistente de Johannes Mikkelsen.

Ha dirigido las principales orquestas chilenas, incluyendo la Filarmónica de Santiago, la Sinfónica Nacional de Chile, la Sinfónica de la Universidad de Concepción, la Sinfónica Nacional Juvenil, la Clásica de la Universidad de Santiago, la Orquesta de Cámara de Chile y la Orquesta de Cámara de Valdivia.

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