Música

Una sinfonía para la humanidad

#EnBuscaDeBeethoven

Un 16 de diciembre de 1770, nació en Bonn, Alemania, Ludwig van Beethoven. Vivió 56 años y en 2020 se celebra su aniversario número 250. Durante todo este año –junto a músicos, personas vinculadas a las artes y humanidades y nuestros públicos– estaremos #EnBuscaDeBeethoven desde diferentes aristas. Cada una de ellas vendrá acompañada de música que permitirá acercarse aún más a la obra de llamado “genio de Bonn”.

Comenzaremos por el final: la Sinfonía n.º 9 en re menor, op. 125, “Coral”, la última obra en este formato que escribió Beethoven. Estrenada en Viena en 1824, tres años antes de su muerte, es su obra más monumental: suelen interpretarla más de 70 instrumentistas, un coro de alrededor de 100 personas y cuatro solistas, además del director. Es también una de las más conocidas del compositor, himno de la Unión Europea desde 1972, la que definió la duración del CD –74 minutos y 33 segundos– y, desde 2001, Patrimonio de la Memoria del Mundo por la UNESCO.

Tal como cualquier obra de arte, ésta puede tener diferentes aproximaciones. En esta ocasión preguntamos:
¿Qué te hace pensar o sentir la Novena Sinfonía de Beethoven?

El espíritu humano

Christian Ramírez, crítico de cine
“Un buen punto de partida es el enfoque que el filósofo Slavoj Zizek usa para acercarse a ella: la obra ha sido usada, amplificada, reducida, abanderada y parodiada hasta tal punto en estos 190 años –sobre todo el último siglo– que a estas alturas debería estar reducida al kitsch. Y, sin embargo, no es así. Todavía es posible admirarla por lo que es, lo que representa y lo que aspira. Obra de arte total“.

Joel Poblete, crítico de música
“Como le debe ocurrir a prácticamente todo el mundo y es casi un lugar común a estas alturas por su estatus en la cultura popular, simboliza los rasgos más positivos del espíritu humano, lo más sublime y glorioso que se puede alcanzar a través de la música. Por lo mismo, también la asocio a su interpretación en hitos históricos a nivel social y político, como cuando Leonard Bernstein la dirigió en el marco de la caída del muro de Berlín en 1989″.

Juan Pablo Izquierdo, director emérito de la Orquesta Filarmónica de Santiago
“Beethoven −muy conscientemente− quería, en el final de la Novena Sinfonía, retratar lo mas íntimo y lo más general del ser humano como sociedad. A pesar de que fue criticado porque encontraron que el tema era muy ramplón, esto se demuestra no sólo desde el punto de vista musicológico sino porque en los últimos acordes le habla a cualquier persona: habla de libertad, de superación, de llegar a la gran creación, es decir, las guías de las grandes ideas de occidente. Es posible que por eso haya elegido integrar la voz humana al cuarto movimiento, porque habla a los millones y lo dice con palabras”.

Jorge Gallardo, diseñador de escenografía y vestuario
“Pienso en transformación; eso es lo que me produce. Mucho de la obra de él me lo produce, pero la Novena es como una transformación gigantesca, algo grande que nace desde adentro. Es como mirar un cielo inmenso, borrascoso, con nubes y grisáceo. Es como observar desde lo mas pequeño a lo mas inmenso, pasando por todas las emociones, por recuerdos; se te llenan los ojos de lágrimas. Es como estar vivo, no hay lugar para el aburrimiento, es muy presente. A mí me lleva a estar súper consciente, con los sentidos abiertos”.

De la oscuridad a la luz

Martina Filjak, pianista croata
“Esta es una obra que definitivamente ha dejado un gran sello en la música clásica y en la humanidad. No es una coincidencia que numerosas orquestas alemanas la interpreten el día de Año Nuevo. Cuando pienso en este trabajo, lo primero que me viene a la mente es El friso de Beethoven de Gustav Klimt [obra realizada en 1902 por el pintor modernista para la 14a Exposición de la Secesión de Viena, pintada en los muros del Pabellón de la Secesión de Viena], una pieza que admiro mucho. La Sinfonía atraviesa una amplia gama de emociones y existencia humana, desde un túnel oscuro y trágico hacia la luz, el amor y la esperanza”.

Pedro-Pablo Prudencio, director residente de la Orquesta Filarmónica de Santiago
“Las sinfonías hasta esa época eran obras creadas para ser interpretadas exclusivamente por instrumentos. Beethoven busca, en la mayoría de sus sinfonías, llegar desde la oscuridad a la luz. Con la Novena Sinfonía da la sensación de que Beethoven debe recurrir a la palabra cantada para que su audiencia entienda lo que no pudo escuchar en la música. El mensaje es claro: “Todos los humanos serán hermanos donde haya alegría”.

Una revolución en la música sinfónica

Katharina Paslawski, solista de violonchelo de la Orquesta Filarmónica de Santiago e integrante de Ensamble Filarmónico
“Es una obra que para mí simboliza la fuerza y energía vital del ser humano. Es una obra de máxima inspiración humana, con el mensaje increíblemente poderoso de laOda a la alegría del poeta alemán Friedrich Schiller. Es una obra que revolucionó la música sinfónica para siempre; inigualable, tremenda, grandiosa. Beethoven escribiéndola ya estaba completamente sordo y, aún así, desde lo más profundo de su ser, surgió esta música tan magnifica. Es un mensaje de hermandad y de paz.
“La Novena Sinfonía de Beethoven fue la obra preferida de mi abuelo materno. La conozco desde pequeña porque él la escuchaba frecuentemente en un tocadiscos. Me acuerdo que fue tremendo para mí escucharla en vivo por primera vez, enormemente emocionante. Sentí en todo cuerpo la vibración y enorme fuerza de esta música. El último movimiento, con los cantantes y coro, me emocionó hasta lágrimas y me emociona enormemente hasta el día de hoy, más aún cuando tengo el privilegio de tocarla”.

Álvaro Gallegos, periodista y crítico de música
“Con su creciente sordera, probablemente Beethoven sintió que la música pura no bastaba para comunicar su mensaje, simbolizado por la Oda a la alegría de Schiller, y por eso rompió la regla de la sinfonía como obra netamente orquestal, para agregar voces y coro al final. Es una obra que resume muy bien el peso creativo de Beethoven, a la vez que refleja su fase final, que es también muy espiritual, como bien simboliza la igualmente potente Missa Solemnis que es un poco anterior”.

>> ¿Quieres escuchar la Sinfonía nº 9 en vivo? Ven a los conciertos en el Municipal de Santiago el 15, 16 y 17 de enero de 2020. Más información y venta de entradas aquí.
>> Revisa la programación completa de conciertos, que cuenta con varias obras de Beethoven en su repertorio, aquí.

>> ¿Qué dice el texto de la Novena Sinfonía de Beethoven?

Revisa el extracto de la Oda a la alegría de Friedrich Schiller, usado por Beethoven en su obra:

¡Oh amigos, no con esos acentos!
Entonemos cantos más agradables y llenos de alegría!

¡Alegría, hermosa chispa divina
hija del Elíseo!
Ebrios de entusiasmo entramos,
diosa celestial, en tu santuario.
Tu magia vuelve a unir
lo que la costumbre estricta separaba.
Todos los hombres vuelven a ser hermanos
allí donde tus suaves alas se posan.

Quien haya tenido la fortuna
de poseer la amistad de un amigo.
Quien haya conquistado a una mujer encantadora
¡que una su júbilo al nuestro!
También aquel que pueda llamar suya aunque
sólo sea a un alma sobre la Tierra.
Y quien no pueda,
¡que se retire llorando de esta hermandad!

Todos los seres beben la alegría
en el seno de la naturaleza.
Todos, buenos y malos,
siguen su senda de rosas.

Ella nos dio besos y vino
y un amigo fiel hasta la muerte;
Al gusano le fue concedida la lujuria
y el querubín está ante Dios.
¡Ante Dios!

Gozosos como los rayos del sol que vuelan
a través del formidable espacio celeste,
así recorran hermanos su camino
Alegres como el héroe hacia la victoria.

¡Abrácense millones de criaturas!
¡Que un beso una al mundo entero!
Hermanos, sobre la bóveda estrellada,
debe habitar un padre amoroso.

¿Se inclinan, millones de seres?
¿Presientes a tu creador, oh mundo?
Búscalo sobre la bóveda estrellada.
¡Sobre las estrellas, ha de habitar!

 

 

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