Tatiana, una creación de Cranko y Marcia Haydée
DAEgram
El coreógrafo sudafricano John Cranko fue quien, en 1965, llevó a la danza la historia de Eugenio Oneguin, del escritor ruso Aleksandr Pushkin. El papel de Tatiana fue creado para Marcia Haydée, primera bailarina del Ballet de Stuttgart en ese tiempo –hoy Directora artÃstica del Ballet de Santiago. En ella encontró una discÃpula totalmente dispuesta a seguirlo y a traducir a movimiento cada una de las escenas y emociones que querÃa transmitir. El proceso creativo fue un trabajo en conjunto: valiéndose de las habilidades técnicas y la sensibilidad de los bailarines, Cranko dio rienda suelta a su inspiración y fue creando los pasos que dan vida a la dramática historia de amor entre Eugenio y Tatiana, una romántica e introvertida chica de campo, quien es rechazada por Oneguin en frente de todos en una fiesta.
Aprovechando la quÃmica y conexión que tenÃa Marcia y su partenaire Ray Barra, Cranko creó uno de los ballets más difÃciles y exigentes, lleno de elevaciones, giros y movimientos que debe realizar la pareja protagonista, especialmente en los dos pas de deux más importantes de la obra: el del espejo, cuando Tatiana sueña con que Oneguin la ama, y el del final, que ocurre diez años después, cuando Eugenio, arrepentido de sus errores pasados, le confiesa su amor a través de una carta y ella no puede corresponderle (escena de la foto).
Foto: Marcia Haydée como Tatiana. Centro DAE (Centro de Documentación de las Artes Escénicas).