Patrimonio

Taller de Realización Escenográfica | 150 años de tradición

[+Historia] El Municipal de Santiago tiene un logro que muchas veces pasa desapercibido, cual es en sus 150 años mantener una tradición de creación de escenografías, vestuarios y diversos accesorios que permiten año a año montar los más diversos espectáculos. Antes que el cine y la televisión, el Municipal era un lugar de magia y espectacularidad, con su trabajo artesanal llevado a cabo por los más diversos talleres.

El Teatro es un universo de talleres, que incluye sonido, iluminación, pintura, sastrería, zapatería, peluquería, entre otros. En el taller de Herrera, como es llamado el Centro de Realización Escenográfica, se encuentran los talleres de construcción, escultura y utilería, tan esenciales para poder montar una escenografía. Allí se construye y se arma parte importante de las mismas, que luego se instalan en el escenario del Municipal. También se encuentran allí depositadas colecciones de objetos y una completa documentación de bocetos y planos, junto a diversas maquetas.

Hacia la década de 1920 por primera vez se buscó profesionalizar este trabajo, tal como se ve en la fotografía superior, pero sólo en 1982 se decidió modernizar el área técnica del Teatro Municipal, labor que se encomendó entonces a Bernardo Trumper. Se convocó entonces a través de diversos concursos a artistas, escenógrafos y vestuaristas nacionales y extranjeros para colaborar con las diversas producciones. Se revivió el sistema hidráulico para escenarios, se reacondicionó el taller de pintura de decorados -con técnica italiana, uno de los pocos en el mundo- y se dotó al Teatro de diversos talleres nuevos.

La mayoría del trabajo sigue siendo artesanal, aún con nuevas maquinarias, incluyendo zapaterías, bisutería y maquillaje, moldes, etc. Es, en el fondo, una verdadera fábrica de arte, la única en su tipo en Latinoamérica junto al Teatro Colón. Desde el diseño original hasta la producción final en el escenario, es la realización de un ideal artístico. El esfuerzo que implica montar una ópera conlleva largas jornadas, mucho espíritu por parte de los trabajadores y un constante sentido de la calidad.

El excelente trabajo ha llevado a que muchas de estas escenografías y el trabajo de nuestros artesanos se ha exportado con éxito a otros Teatros del mundo, confirmando la calidad de la producción en el Municipal. Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá, Japón y España han sido algunos de los países que han importado este trabajo.

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