Música, Patrimonio

Beethoven | Siempre presente en la historia artística

[+Biografías] Ludwig van Beethoven nació en Bonn, Alemania, el 16 de diciembre de 1770. Criado en una familia de músicos, desde muy temprana edad su padre lo sometió a una intensa y dura enseñanza de la música, con la esperanza de que su hijo fuera el nuevo Mozart, sin embargo, sería el organicista Christian Gottlob Neefe, su maestro hacia 1782, quien permitiría que Beethoven desarrollara su vocación musical, introduciéndolo en el estudio de otros músicos como Bach y Haendel.

La mayor parte de su vida residió en Viena, principal centro cultural de la época, donde conocería a Mozart, recibiría enseñanzas de maestros como Joseph Haydn y Antonio Salieri. En aquel lugar numerosos nobles se encargarían de financiar su labor creativa, consiguiendo una pensión anual que le permitiría convertirse en el genio musical que conocemos.

Recibió formación de compositor clásico, siendo cuidadoso de las estructuras formales y equilibrios internos, sin embargo, fue marcado por el movimiento Sturn und Drang –Tormenta y Emoción- de la literatura alemana, que se gestó como reacción de la juventud contra las ideas de la Ilustración y el conservadurismo. Este movimiento, caracterizado por la solidaridad con el sufrimiento humano, cobraría sentido en las composiciones de Beethoven, quien les imprimió un sello dramático inconfundible.

Destacan entre sus obras, especialmente las sinfonías.

En 1802, la Tercera Sinfonía sería una de las piezas claves de su repertorio. Escrita en un comienzo para Napoleón Bonaparte, dada la admiración del compositor a la Revolución Francesa, el compositor cambiaría la dedicatoria y el título de la obra a “Sinfonía Heroica, compuesta para festejar el recuerdo de un gran hombre”, cuando Bonaparte se autodenominó “Emperador”.

La Quinta Sinfonía, compuesta entre 1804 y 1808, sería una de las composiciones más importantes de Beethoven, pues posee un motivo que es reiterativo no solo en la obra, sino en composiciones frecuentes de la cultura popular: El destino.

La Sexta Sinfonía es considerada la entrada al romanticismo del compositor, al incluir un tema pastoril, que sería frecuente en la Alemania romántica del siglo XIX, tanto en la pintura como en música.

Finalmente, su obra maestra, la más conocida e importante de sus composiciones: La Novena Sinfonía, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad en el 2003, y cuyo arreglo realizado por Herbert von Karajan, es el himno de la Unión Europea. En ella, el compositor rompe todos los esquemas de la música como había sido conocida hasta el momento, incorporando el coro como parte de la música orquestal, uniendo por fin, la letra a la música sin la subordinación de ninguna de ellas.

La sordera que le atormentaría desde temprana edad no fue un impedimento para su virtuosismo, pues aun cuando tuvo impacto en su creación, lograría convertirse en un ícono rupturista de la creación musical, dejando su legado a la posteridad.

En los últimos cincuenta años la música de Beethoven ha inundado continuamente el Municipal de Santiago, destacándose la temporada de 1980, en que la pianista Edith Fischer interpretó las 32 sonatas de Beethoven y la temporada de 1977, donde la Orquesta Filarmónica Municipal llevó a cabo el festival Beethoven. Este año el Municipal quiere rendir homenaje a este gran artista y dedicar su temporada de conciertos a las nueve sinfonías.

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